PROYECTO SH 288 TOLL LANES EN HOUSTON (TEXAS, EE UU)

 

La construcción de carriles de peaje segregados en la mediana de vías existentes es una fórmula en auge en Estados Unidos para ampliar la capacidad y mejorar la movilidad de carreteras congestionadas en entornos urbanos. Este es el caso del recientemente inaugurado proyecto SH 288 Toll Lanes, una de las mayores concesiones viales en Texas. Ha sido obra de un consorcio liderado por ACS, grupo que también ha co-financiado y co-explotará la infraestructura durante 48 años.  

La State Highway 288 (SH 288) es el principal corredor de acceso desde el sur a la región metropolitana de Houston (Texas), con un tráfico medio de 190.000 vehículos/día, y sirve como ruta de evacuación de emergencia frente a huracanes, frecuentes en esta zona del golfo de México. Esta autopista de penetración, la tercera con más congestión de Houston, ha superado en esta década la capacidad para atender los flujos de tráfico actuales y sobre todo futuros, teniendo en cuenta que Houston es el área metropolitana de más rápido crecimiento en Estados Unidos (7 millones de habitantes según el censo de 2019).

Para afrontar esta situación, el Departamento de Transportes de Texas (TxDOT) concibió en 2012 el proyecto SH 288 Toll Lanes con el fin de ampliar la capacidad de la autopista en el condado de Harris, en un tramo de 10,3 millas (16,5 km) que llega hasta el downtown de Houston. Esta iniciativa se ha coordinado con el proyecto Expressway del contiguo condado de Brazoria, para ampliar la capacidad de la SH 288 en otras 15 millas (24,1 km), inicialmente con un primer tramo de 5,2 millas (8,7 km). Aunque son proyectos de distintas administraciones y diferentes modelos de explotación, el fin común es mejorar la fluidez de la SH 288 en una tramo de 25,3 millas (40,6 km).

Proyecto y concesión  

El proyecto SH 288 Toll Lanes contempla la ampliación de la autopista entre la conexión con la US 59 y la frontera entre los condados de Harris y Brazoria, en un tramo donde la sección media de la vía tiene seis carriles (tres por sentido). Esta ampliación consiste en la construcción de cuatro nuevos carriles Express de peaje (dos por sentido) en la mediana de la autopista, la reconstrucción de los enlaces con dos autopistas de circunvalación (Beltway 8 e I-610) para conectar con los nuevos carriles, una doble conexión directa al Texas Medical Center (el mayor del país, su zona atrae por sí sola a casi 10.000 automóviles/día), la mejora de puentes y vías de acceso y la instalación de sistemas de peaje e ITS. Con la ampliación, la sección de la autopista pasa de 6 a 10 carriles (5 por sentido).

En 2014, TxDOT invitó a varias empresas para desarrollar el proyecto bajo el formato de asociación público-privada, consistente en una concesión para el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento del tramo durante 52 años, incluida la obra. La concesión, una de las mayores de su tipo en Estados Unidos, fue otorgada en febrero de 2015 a Blueridge Transportation Group, consorcio de seis empresas de inversión, concesionarias y constructoras de EE UU, España (ACS, con el 21,5%) e Israel, que se impuso a otros dos consorcios liderados por Ferrovial y OHL. El diseño y construcción se encomendó a la unión temporal de empresas Almeda-Genoa Constructors, formada al 50% por filiales del grupo ACS (Dragados y Pulice Construction) y por Shikuni&Binui America (filial del mayor grupo inmobiliario de Israel), con liderazgo de ACS, siendo Stantec la ingeniería principal. La inversión ha sido de 950 M€.

Los nuevos carriles se han construido en la mediana de la autopista

La obra

Los trabajos arrancaron en octubre de 2016 con un plazo de entrega estimado de 1.000 días, aunque primero se prorrogó hasta mediados de 2019 y luego hasta finales de 2020. Como causas principales de estos retrasos, que han penalizado económicamente al consorcio, figuran los episodios de mal tiempo y lluvias –especialmente el huracán Harvey, que en 2017 anegó la infraestructura–, los altibajos en el suministro de acero y, ya en 2020, el coronavirus. La autopista ampliada se inauguró el 17 de noviembre de 2020, coincidiendo con la apertura del primer tramo ampliado de la SH 288 que discurre por el condado de Brazoria, también obra de una filial de ACS. Con ello, la autopista ha multiplicado su capacidad en una longitud de 15,7 millas (25,2 km), reduciendo la congestión en estos tramos.

La obra de la SH 288 en el condado de Harris ha revestido una gran complejidad. El principal desafío, según Vicente Gómez, design-build manager del proyecto, de Dragados, ha sido “construir casi 11 millas de carriles de peaje, tres grandes enlaces y reconstruir varios puentes en una autopista en servicio muy concurrida”. Desde el inicio, en coordinación con las autoridades locales, el consorcio de ACS ha tenido que redirigir el intenso tráfico diario, ejecutando desvíos temporales para afrontar las distintas obras y tratando de minimizar las afecciones. Una labor necesaria, pero que ha dificultado la circulación durante años. Como factor positivo, el proyecto, al construirse en la mediana de una autopista estatal, apenas ha habido necesidad de expropiar terrenos, un proceso que siempre dilata las obras.

Para la ejecución, el tramo de la SH 288 se ha dividido en seis segmentos. Los principales frentes de trabajo se han localizado en cuatro zonas distribuidas a lo largo del trazado: por un lado, los carriles de peaje (3,6 m de ancho cada uno) situados al norte y al sur del proyecto y, por otro, los enlaces con cientos de operarios y técnicos de distintas especialidades y más de 150 máquinas pesadas (grúas, excavadoras, equipos de hormigonado, camiones pesados…), haciendo de este proyecto de obra civil uno de los de mayor magnitud de la zona.

Enlaces y estructuras

Desde un punto de vista técnico, la reconstrucción de los dos grandes enlaces con las autopistas Beltway 8 e I-610 (este reconstruido un 75%) ha sido la parte más exigente del proyecto. Para dar plena funcionalidad a estos dos enlaces se han ejecutado 16 flyover (estructuras de planta curva, de tipología mixta hormigón-acero), ocho en cada uno, que aseguran todos los movimientos posibles entre la SH 288 y las autopistas que la cruzan, así como los correspondientes carriles de conexión con el tronco de esas vías; las estructuras del enlace con la autopista I-610 han sumado hasta 8,8 km. El enlace con el Texas Medical Centre ha requerido otros 2 flyover. En total, en el proyecto se ha actuado sobre 56 estructuras y rampas, incluyendo los 18 nuevos flyover (dos de ellos, de 34 y 31 m, se encuentran entre los más altos de la red vial de Houston), se han ampliado 13 puentes, demolido otros y construido también algunos de nueva planta. Todo el proyecto ha requerido la construcción de un total de 541 pilas.

Para agilizar los trabajos, el consorcio de ACS creó 14 equipos de diseño de estructuras para trabajar coordinada y simultáneamente con la misma metodología, de forma que pudieron compartir mejores prácticas y cumplir con los exigentes estándares estructurales de Texas, demás de acortar los plazos de ejecución. En este campo, además, se ha empleado la estandarización de estructuras (básicamente las pilas y las vigas para los tableros), así como la prefabricación de elementos de hormigón, especialmente los dinteles de las pilas, lo que también ha contribuido a acelerar los plazos.

La reconstrucción de dos grandes enlaces, con decenas de estructuras, ha sido la parte más exigente de la obra

La reducción de los plazos de ejecución ha sido uno de los vectores dominantes en la obra, con un papel decisivo de la ingeniería. Así, en la reconstrucción del enlace con la I-610 se cambió el proyecto original (un quinto nivel sobre los cuatro niveles de estructuras existentes) por una solución de carriles de peaje en superficie y no elevados, reduciendo los costes y los plazos. La conclusión anticipada de los estudios previos de estructuras, drenaje y nivelación del terreno también ha permitido al consorcio avanzar más rápidamente de lo habitual en los movimientos de tierra y de cimentación.

A lo largo del tramo, además, se ha reforzado y mejorado el sistema de drenaje existente, un asunto determinante para la operatividad de la infraestructura vial teniendo en cuenta que la autopista se sitúa en una zona azotada durante una temporada del año por fuertes lluvias y huracanes. Adicionalmente, en varios puntos del trazado se han construido balsas de detención de aguas, solución que contribuye a mitigar las potenciales inundaciones del pavimento de hormigón durante episodios de fuertes lluvias.

Peaje y sistemas ITS

Tras la obra civil, el proyecto se ha completado con la integración del sistema de peaje (11 pórticos y sus redes de comunicaciones a lo largo del trazado) y los ITS (sensores de detección de vehículos, cámaras de TV y vídeo, sistema Bluetooth, paneles de señalización dinámica…). Con este equipamiento tecnológico, comandado desde un nuevo centro de control, se gestionarán los carriles de peaje y generales de la SH 288, incluyendo los enlaces, asegurando que en los carriles Express siempre haya un tráfico fluido (velocidad no inferior a 50 millas/hora) mediante algoritmos de tarificación dinámica de las tasas de peaje en función del tráfico soportado en ese tramo. El diseño, suministro, implementación y mantenimiento de estos sistemas es obra de SICE, la filial integradora de tecnologías de ACS.

Aunque la autopista ampliada se abrió al tráfico el 17 de noviembre, el consorcio Blueridge Transportation Group autorizó la circulación gratuita en los nuevos carriles de peaje hasta finales de mes, con objeto de familiarizar a los usuarios con la nueva infraestructura. El sistema de peaje, que incluye pagos variables en función del tramo a recorrer y de las horas pico y horas valle en que se circula, entró en servicio el 29 de noviembre.