En la sociedad moderna la movilidad es un valor crucial, como se ha encargado de recalcar la Covid-19. El individuo actual tiene una necesidad imperiosa de desplazarse, bien por necesidad u ocio, y hacerlo con seguridad, rapidez y comodidad. No solo en la ciudad o el área metropolitana, también en el propio país o fuera de sus fronteras. Es ahí donde cobran todo su valor las infraestructuras de transporte, fundamentales para la movilidad tanto de personas como de mercancías.
En las últimas décadas, España ha vivido una auténtica revolución de la movilidad a través del diseño, la construcción, la puesta en marcha y la explotación de la que hoy es una de las más completas y modernas redes de transporte de Europa: autopistas y autovías, líneas de alta velocidad y Cercanías, sistemas de metro y tranviarios, aeropuertos, puertos… He escrito sobre esta revolución durante dos décadas desde la Revista del Ministerio de Fomento. La red ha alcanzado un elevado grado de desarrollo y ahora toca mantenerla y sacarle el máximo provecho, con mayor racionalidad y con el imprescindible apoyo de la tecnología.
Desde comienzos de siglo, y de una forma más acusada a partir de la crisis de 2008, constructoras, concesionarias y consultoras de ingeniería, pero también fabricantes de tecnología ferroviaria y de Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) o firmas de arquitectura, entre otras, han aprovechado la experiencia acumulada en esa revolución y han dado el salto al exterior para desarrollar infraestructuras de transporte allende sus fronteras; en definitiva, para exportar movilidad. Hoy, una vez obtenido el reconocimiento del mercado global, forman parte de la elite mundial del sector y se miden sin complejos con sus pares europeos, americanos y asiáticos en concursos para desarrollar proyectos en los cinco continentes. Y se han convertido, de hecho, en uno de los pilares de la marca país.
Desde la modestia de un recién llegado, este blog pretende aportar su grano de arena para dar cuenta de esta importante actividad, de los proyectos de infraestructuras de transporte –los grandes y los menos vistosos, que todos son básicos para mejorar la movilidad– de las compañías españolas en el exterior. Se trata, en mi opinión, de un ámbito de la actualidad poco conocido por la opinión pública, que muchas veces se queda en la adjudicación de un contrato sin que luego se conozca cómo se ha desarrollado, que grado de innovación ha desplegado, cuál ha sido su resultado final y qué impacto social tiene. Mi intención es informar de esta actividad con la mayor actualidad posible y, siempre que sea posible, con el concurso de sus protagonistas: las compañías españolas de infraestructuras y sus técnicos expatriados.
Además del exterior, el blog también estará atento a los proyectos que desarrolla en España el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), promotor de la nueva Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada. Esta estrategia, sintonizada con las tendencias actuales y de futuro sobre movilidad a escala global, supone el inicio de una nueva era en la forma de transportar personas y mercancías en nuestro país, con una etapa intermedia fijada en 2030 y la meta final situada en 2050.