Inaugurada la autopista elevada Cebu-Cordova, obra de un consorcio de Acciona con nutrida presencia de empresas españolas
Fotos: CCLEX
El presidente de Filipinas ha inaugurado el 27 de abril la autopista de peaje Cebu-Cordova, un conjunto de estructuras que vuelan sobre el agua para atenuar la intensa congestión vehicular existente entre dos islas. Construida en un plazo de cuatro años, es una de las grandes obras de ingeniería de Filipinas e incluye como elemento más destacado un puente atirantado de gran potencia visual y elegancia. Lo utilizarán unos 50.000 vehículos al día. Acciona Construcción ha liderado el consorcio constructor responsable del proyecto, en cuya ejecución han participado una decena de subcontratistas españolas.
Cebu-Cordova Link Expressway (CCLEX) es una autopista de peaje de cuatro carriles que discurre elevada a lo largo de 8,5 km sobre el canal de Mactan, con tramos consecutivos de viaductos, puente y vía sobre terraplén en aguas someras. Este conjunto de estructuras de hormigón conecta la ciudad de Cebu, capital de la enorme isla del mismo nombre (más de 3 millones de habitantes en el área metropolitana), con la ciudad de Cordova, en la isla de Mactan, donde se sitúa el aeropuerto internacional Mactan-Cebu –segundo por número de pasajeros de Filipinas– e importantes desarrollos urbanísticos.
Su construcción es una solución al problema de congestión severa existente en los dos puentes que conectan ambas islas en la zona más estrecha del canal (Mactan-Mandaue y Marcelo Fernan), agravado con el crecimiento del parque automovilístico, con las consecuencias negativas de tipo económico, social y medioambiental asociadas. La nueva autopista, diseñada con una velocidad de proyecto de 80 km/h, reduce la distancia por carretera entre las ciudades de Cebu y Cordova de 20,7 a 8,5 km y los tiempos de viaje al aeropuerto en unos 40 minutos.
El proyecto ha sido impulsado desde mediados de la pasada década por Metro Pacific Tollway Corporation (MPTC), el mayor concesionario y operador de carreteras de Filipinas, a través de su filial Cebu Cordova Link Expressway Corporation (CCLEC), con el apoyo de los ayuntamientos de Cebú y Cordova. En octubre de 2016, CCLEC obtuvo del Gobierno filipino la concesión para el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento durante 35 años de la autopista CCLEX. Como objetivos, el proyecto pretende eliminar la congestión de la zona, reducir a la mitad los tiempos de viaje entre ambas islas y captar 50.000 vehículos diarios en esta infraestructura.
La ejecución del proyecto CCLEX fue adjudicada en diciembre de 2017, por importe de 400 M$ (370 M€), al consorcio Cebu Link Joint Venture (CLJV), formado por Acciona Construcción y las empresas locales First Balfour y DM Consunji. La consultora danesa Cowi y la filipina DCCD fueron designadas como consultoras técnicas principales, y la noruega Norconsult, como consultora independiente. La ingeniería de detalle, incluida la asistencia en obra, la ha llevado a cabo la UTE formada por Sener y Carlos Fernández Casado SL (CFCSL). Se trata de uno de los mayores proyectos de carreteras concesionados de Filipinas y una de las grandes obras de ingeniería de una empresa española en el exterior. El contratista principal, Acciona, tiene una dilatada experiencia en la ejecución de grandes estructuras como puentes y viaductos, tanto en España como en el exterior; su principal referencia previa en Asia es el puente atirantado de Ting-Kau, en Hong Kong (1988).
La parte principal del proyecto son, en el lado Cebu, cuatro estructuras elevadas consecutivas sobre la parte más profunda del canal, que suman 2,8 km de longitud. Son, en el sentido Cebu-Mactan, las rampas de entrada y salida de la vía Cebu South Coastal (628 m), el viaducto de aproximación de Cebu (651 m), el puente principal (651,5 m, dividido en siete vanos: 5,75-60-65-390-65-60-5,75) y el viaducto de aproximación de Cordova (810 m). El proyecto lo completan, en el lado Mactan, 5,2 km de carretera sobre terraplén en las aguas menos profundas del canal, con cuatro puentes bajos que totalizan unos 600 m, y que finaliza en la Circumferential Road cerca de Cordova, ya en la isla de Mactan. La joya del proyecto es el puente principal, un atirantado con un vano principal de 390 m apoyado en dos pilonos de 145 m y con un gálibo de 51 m sobre el canal de navegación que permite el paso de grandes buques. Esta infraestructura de clase mundial es el puente más alto y el atirantado de mayor longitud de Filipinas.
El plazo para la puesta en servicio de la nueva autopista se fijó para marzo de 2021, a tiempo para celebrar los 500 años de la llegada del cristianismo a Filipinas. No obstante, este plazo no pudo ser cumplido, entre otras razones por el impacto del coronavirus y las severas cuarentenas decretadas en el archipiélago para las obras públicas. Por ello, el plazo inicial se fue dilatando. Primero se aplazó para finales de 2021 y, poco antes de rebasarse esta fecha, se fijó abril de 2022 como fecha final. El 27 de abril, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, inauguró de forma oficial la autopista CCLEX. En el acto de inauguración estuvieron presentes el embajador de España en Filipinas, Jorge Moragas, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, y el consejero delegado de la compañía, Luis Castilla. Desde el día siguiente, la nueva infraestructura quedó inaugurada para el tráfico de camiones y automóviles, pero a partir de julio se abrirá también para motos de menos de 400 cc -el modo de transporte más popular en la isla de Cebu– y para bicicletas.
Cuatro años de obras
La ejecución del proyecto se ha prolongado durante cerca de cuatro años, desde mediados de 2018 hasta abril de 2022. Su ejecución ha tenido que superar varios desafíos. Desde el punto de vista de la ingeniería, el mayor reto ha sido el diseño de las estructuras del lado Cebu, proyectadas para resistir los fuertes vientos, tifones (como Odette, que sacudió la obra en 2021) y la actividad sísmica de la zona, y su encaje con el viario existente. El propio gigantismo de la obra, ejecutada en un entorno terrestre-marítimo exigente, ha requerido el empleo de grandes volúmenes de materiales, así como de equipos constructivos especiales y medios marítimos para ejecutar los trabajos desde el agua. Además de las dificultades para coordinar el trabajo entre empresas de diferentes países, el proyecto ha tenido que sortear importantes problemas de logística.
La obra arrancó en el lado Mactan, con la construcción de un terraplén sobre el canal, de unos 6 km de longitud y unos 20 m de anchura, sobre el que se ha ejecutado una plataforma para albergar la carretera y el viaducto de Cordova. El terraplén se conformó mediante una núcleo de todo uno y escollera. A mitad del trazado, el terraplén se ensanchó para crear una superficie destinada al patio de elementos prefabricados y al trasiego de materiales y equipos. Y en la parte final, en aguas someras, ya tocando con la isla de Mactan, se ha construido una gran superficie rectangular para albergar el peaje de la autopista y los edificios técnicos y administrativos de la concesión.
La cimentación de las estructuras elevadas se ha llevado a cabo durante casi dos años y medio, entre julio de 2018 y diciembre de 2020, y ha estado a cargo de la filial local de la italiana Trevi Foundations. Esta cimentación, profunda en todos los tramos, ha consistido en la ejecución de 477 pilotes, 261 de ellos en tierra y 216 en el agua, de diámetros (entre 1,5 y 2,5 m) y profundidades (de 11 a 70 m) variables, sobre los que se han construido cerca de un centenar de pilas de distintas tipologías y alturas, la mayoría en los viaductos y rampas de acceso al puente atirantado. Por sus dimensiones, destacan los dos grandes encepados octogonales que soportan los pilonos, cada uno de los cuales se apoya en 21 pilotes de 2,5 m de diámetro y 59 m de longitud, hincados a 70 m de profundidad. La construcción de los encepados en el agua ha requerido el empleo de 7.000 m3 de hormigón, trasladado mediante pontonas para su bombeo en la superficie de encofrado. Acciona ha diseñado un sistema especial de enfriamiento para atemperar la enorme reacción del hormigón y asegurar el proceso de fragua y endurecimiento.
Otro reto constructivo han sido los dos pilonos del puente atirantado, ejecutados mediante encofrados autotrepantes. Con este sistema, se han ido construyendo secciones de encofrado consecutivas de 5 m de altura y hormigonadas in situ, hasta alcanzar la altura final de 145 m. En la parte superior de los pilonos se han dispuesto ocho cruces de metal de 50 m de longitud, cuatro por torre, iluminadas de noche con luces led y que constituyen el principal rasgo simbólico del atirantado. Estas cruces ornamentales evocan la llegada del navegante portugués Francisco de Magallanes a Cebu en 1521, fecha que marca el inicio del cristianismo en Filipinas, de ahí su nombre de cruces de Magallanes. Como curiosidad, los encofrados autotrepantes tuvieron que adaptarse tanto a la geometría de los pilonos como a la presencia de estas cruces, incrustadas en el hormigón en las cuatro caras de cada pilono.
A medida que crecían los pilonos se ha ido ejecutando el tablero, de 27 m de anchura (30 m en uno de sus extremos para dar cabida a dos rampas de acceso), obra realizada mediante el sistema de voladizos sucesivos a partir de los dos pilonos. Para ello se han empleado dos carros de encofrado, de 500 toneladas de peso, que han ejecutado tramos de 7,15 m a sección completa. Con este sistema, el carro, apoyado en un tramo, es lanzado hacia el contiguo para después ferrallarlo y hormigonarlo in situ. Una vez endurecido el hormigón, avanza hacia el siguiente para replicar el proceso. Con el avance del tablero, se ha ido ejecutando el anclaje de los tirantes, que unen pilono y tablero para reforzar la estructura y compensar el efecto de los vientos. En total, se han montado 56 tirantes, 14 por en cada lado del pilono, con longitudes de 60 a 201 m, que le dan al puente un característico aspecto. El tablero se completó en octubre de 2021, con la unión de los tramos originados en los dos pilonos. Una vez terminado se ha procedido a la construcción del firme de la autopista, formada por cuatro carriles de 3,5 m cada uno, más arcenes, aceras exteriores y mediana.
En paralelo a la obra del puente atirantado se han completado las demás estructuras del proyecto: los dos viaductos de aproximación y las rampas de entrada y salida del lado Cebu. Los tableros de todas ellas se han construido mediante vigas de hormigón pretensado, de hasta 50 m de longitud. Para la ejecución de los viaductos, el consorcio de Acciona Construcción ha empleado un innovador lanzador de vigas, fabricado en España y trasladado hasta Cebu, capaz de montar vigas de 110 toneladas de peso y 52 m de longitud en pendientes del 7%. Según la empresa española, este sistema ha permitido un mayor control de las maniobras en pendiente y una mayor precisión y seguridad que los modelos convencionales, alcanzando rendimientos muy elevados. También ha sido relevante la conexión del viaducto de Cebu con el puente atirantado, ejecutada mediante una viga dintel de 45 m de longitud. La finalización de las estructuras del lado Cebu ha dado paso a la construcción del firme flexible de la autopista, ejecutado simultáneamente en el tramo de acceso desde la isla de Mactan.
Los trabajos de acabado de las estructuras se han solapado con la finalización de las instalaciones de la concesión CCLEX (peaje de Cordova, de ocho vías, centro de control, edificios administrativos…) y con la instalación del equipamiento de sistemas para garantizar la operación fluida y segura de la nueva autopista. Entre ellos destaca un conjunto de Sistemas Inteligentes de Tráfico (ITS) de última generación que comprende, entre otros, sistema RFID (identificación por radiofrecuencia) para el pago electrónico del peaje, sistema de comunicaciones, sensores para el control de peso de vehículos, cámaras digitales de detección de velocidad y circuito cerrado de TV que cubre toda la autopista para el control del tráfico y la detección de incidencias. El puente principal, por otra parte, ha sido instrumentado con diversos sensores para analizar su comportamiento ante fenómenos meteorológicos adversos.
Junto a estos equipos, la nueva autopista CCLEX ofrece a los usuarios un amplio abanico de servicios, entre ellos patrullas de asistencia, servicios médicos, estaciones de servicio, restaurantes y retail outlets.
Españolas en el proyecto CCLEX
El proyecto CCLEX es una excelente muestra de las capacidades que la ingeniería española (constructoras y diseñadores) puede desarrollar en los mercados internacionales. El equipo que ha desarrollado esta gran obra en Filipinas, encabezado por Acciona como contratista principal del consorcio CLJV, ha contado con una decena de subcontratistas españolas que, desde sus distintas especialidades, han contribuido con su know how y experiencia acreditadas a la finalización del proyecto con éxito.
En el ámbito de la ingeniería, la UTE formada por las consultoras Carlos Fernández Casado (CFCSL) y Sener Ingeniería ha sido responsable de toda la ingeniería del proyecto, desde la fase de licitación hasta la fase de construcción. Ambas ingenierías, junto con los servicios técnicos de Acciona y Acciona Ingeniería, realizaron un importante ajuste del diseño de referencia de Cowi pata optimizar la eficacia de la estructura principal y facilitar la rapidez de construcción. Otras dos consultoras, Fhecor Ingenieros Consultores y Prointec, ha actuado como ingenierías independientes de las estructuras del proyecto.
La participación de empresas especializadas en la obra ha sido muy nutrida. La constructora vasca Ulma ha ejecutado los dos pilonos del puente principal con su sistema autotrepante ATR. También ha aportado las plataformas de trabajo para la ejecución de pilas y dinteles y el montaje de los tirantes; asimismo, ha ejecutado la viga dintel más importante del proyecto (45 m de longitud, une el puente principal con el viaducto de Cebú). Por su lado, la gallega Madonu ha intervenido en la ejecución del tablero (con carros de voladizo), pilas, pilonos y dovelas cero. También ha realizado cimentaciones en el agua. Y la sevillana Moldtech ha diseñado, fabricado e instalado las prelosas prefabricadas de hormigón, con las que se han construido los tableros.
Otras empresas auxiliares han aportado sus propios equipos y su know how a la obra, como la navarra Comansa (aportación de dos grúas torre de 105 m de altura parea ejecutar los pilonos del puente atirantado), la castellonense Rúbrica Ingeniería (participación con dos carros de encofrado flotante para la ejecución de los pilonos) y la barcelonesa Alsina (aportación de un sistema modular para producir in situ 446 vigas doble T de hormigón pretensado, de 19 a 53 m de longitud, que son el principal soporte estructural de la carretera; es la primera vez que este tipo de vigas se fabrica en Filipinas).
Desde la distancia, el Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva de la Universidad Politécnica de Madrid (IDR/UPM), centro líder de la ingeniería del viento en España, desarrolló para el consorcio constructor en 2018 diversos ensayos en el túnel de viento para comprobar la resistencia y elasticidad de la estructura ante escenarios de fuertes vientos y tifones, característicos de la zona. Como consecuencia de estos ensayos, el puente principal ha sido proyectado para resistir vientos de hasta 250 km/h.
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