Inauguración del tren ligero de Odense (Dinamarca), infraestructura construida por un consorcio liderado por Comsa Corporación

 

Captar gran parte de los viajes in itínere de una población urbana creciente y atraer al conductor de automóvil privado hacia un modo de transporte público y verde para mejorar la movilidad y reducir la contaminación en la tercera ciudad de Dinamarca. Son las ambiciosas metas que persigue el tren ligero de Odense, que entrará en servicio el 28 de mayo. Este proyecto ha sido obra de un consorcio liderado por Comsa Corporación, que durante los últimos cuatro años se ha encargado de la construcción del trazado, su equipamiento y los ensayos previos a la puesta en servicio de un nuevo sistema de transporte destinado a impulsar la movilidad sostenible y que ya ha cambiado la fisonomía de la ciudad.

 

El proyecto

El tren ligero de Odense es un sistema de transporte público destinado a mejorar la movilidad y reducir los viajes en vehículo privado en la tercera ciudad de Dinamarca (200.000 habitantes). Este proyecto forma parte de un ambicioso plan de relanzamiento de la capital de la isla Funen, muy castigada por la crisis financiera de 2008, gracias a la inyección de inversiones públicas y privadas para crear nuevos desarrollos urbanos que implicarán el crecimiento de las dotaciones y la población universitaria (están en obras un hospital universitario y un campus científico, y la universidad SDU doblará su capacidad) y, por tanto, el aumento de los desplazamientos. En 2024 se esperan 60.000 viajes in itinere (trabajo/estudio-domicilio) en la zona de nuevos desarrollos urbanos, un volumen que el sistema de transporte público de autobuses es incapaz de absorber. Por otro lado, el tren ligero es un elemento destacado de la estrategia de sostenibilidad municipal que pretende convertir Odense en una capital neutra en emisiones de CO2.

El proyecto se construye por fases. En la fase I, el trazado de la línea 1 comunica los distritos de Tarup Center (noroeste) y Hjallese (sur) a lo largo de 14,4 km, dando acceso al centro urbano y a las zonas universitarias, en un recorrido que se completa en 42 minutos. A lo largo de la línea se disponen 26 estaciones intermodales, conectadas bien al servicio público de autobuses, bien a la red de Cercanías e Intercity. El servicio es atendido por 16 trenes Variobahn de Stadler, de piso bajo, de 30 m de longitud, capacidad para 193 pasajeros (los autobuses acomodan 50-75 viajeros) y velocidad comercial máxima de 60 km/h, aunque el promedio será de 20-25 km/h. Según estimaciones oficiales, el tren ligero tendrá unos 35.000 pasajeros en días laborales en 2024, es decir, unos 9,8 millones anuales. El trazado actual se ampliará en la fase II con dos ramales de la futura línea 2, que sumarán 12 km de vías.

Promotor, presupuesto y contratistas

   La empresa pública Odense Letbane P/S, creada por el Ayuntamiento de Odense, se ha encargado desde 2015 de la implementación del proyecto, cuyos orígenes se remontan al año 2010. La financiación se ha repartido mayoritariamente entre el Ayuntamiento de la ciudad y el Gobierno danés, con una aportación menor del Gobierno del Sur de Dinamarca. El presupuesto inicial del proyecto era de 350 M€, aunque el coste final se ha elevado hasta más de 480 M€.

   En el proyecto han participado una docena de compañías, la mayor parte danesas, entre consultores de ingeniería (Cowi, Systra, WSP), estudios de arquitectura y constructoras, además del fabricante de los trenes y el operador del servicio. Todo el proyecto se ha realizado con metodología BIM. Entre 2015 y 2017, este equipo ejecutó la primera fase del proyecto: el traslado de servicios públicos (conducciones de agua, gas, electricidad, fibra óptica) antes de construir las vías. A partir de 2017 se ejecutó la segunda fase de obra civil, consistente en la reubicación y reconstrucción de calzadas (incluidas las ciclovías, presentes a lo largo de casi todo el trazado), la ampliación de intersecciones y la ejecución de aceras, con el objetivo de crear un nuevo espacio para albergar las vías y las estaciones.

El contratista principal de la obra del sistema de transporte, e interlocutor de Odense Letbane, ha sido Comsa Corporación, seleccionada en 2017 tras una licitación internacional y con experiencia acreditada en la construcción de sistemas tranviarios en España (Barcelona, Madrid, Murcia, Tenerife y Málaga) y el exterior (Bursa, Gaziantep, Dublín), campo en el que las constructoras danesas no podían competir dada su inexperiencia. El contrato de sistemas de transporte, por importe de 158 M€ (el mayor del proyecto), se adjudicó en mayo de 2017. Comsa ha liderado el consorcio CME-Letbane, junto a la portuguesa Efacec y la danesa Munck (que lo abandonó en diciembre de 2020), para lo cual ha desplazado a Dinamarca a varios equipos de dirección de obra y especialistas. El alcance del contrato ha comprendido la construcción de doble vía, catenaria y estaciones, además de trabajos de señalización, electrificación, telecomunicaciones, un centro de control y mantenimiento y los ensayos previos a la puesta en servicio.

Plazos y entrada en servicio  

   Los trabajos del consorcio CME-Letbane arrancaron en abril de 2018, con un cronograma de obras que preveía su finalización para finales de 2020. Sin embargo, los plazos para el inicio de las operaciones se han ido retrasando sucesivamente hasta la primavera de 2022 por causas de distinta naturaleza. Estos retrasos han supuesto la imposición de multas al contratista principal.

En febrero de 2019, el Ayuntamiento anunció un retraso de ocho meses en el cronograma de entrega del proyecto, hasta septiembre de 2021, por la coincidencia de las obras del tren ligero con los trabajos de construcción de edificios y un aparcamiento subterráneo en una nueva zona urbana contigua al trazado. En marzo de 2021, Comsa comunicó otro aplazamiento hasta final de año debido el impacto del coronavirus en la obra, que creó problemas logísticos, dificultó la contratación de especialistas y obligó a la reorganización diaria de los trabajos y a la reducción de los equipos. Y en diciembre, Comsa anunció un nuevo aplazamiento, hasta la primavera, ante la falta de permisos de BaneDanmark para energizar partes del trazado contiguas a las instalaciones de seguridad de las vías del operador ferroviario danés.     

Finalmente, el 26 de abril, Comsa hizo entrega del proyecto a Odense Letbane, tras completar con éxito varios meses de pruebas de la nueva infraestructura y obtener las autorizaciones de seguridad de la Autoridad de Transporte danesa para la puesta en servicio del tren ligero. Como parte del acuerdo de entrega, operarios de la empresa catalana permanecerán en el terreno durante los primeros meses de la fase de operación para terminar algunos trabajos menores aún pendientes. Al día siguiente de la entrega, Odense Letbane transfirió la infraestructura a la empresa Keolis Dinamarca, encargada de la operación y el mantenimiento del sistema durante 15 años. El inicio de operaciones se fijó para el 28 de mayo, fecha a partir de la cual habrá una semana de utilización gratuita del servicio. El 5 de junio, por tanto, arrancará oficialmente la operación comercial del tranvía, que tendrá horarios diarios de 5 de la mañana a 1 de la madrugada y frecuencias de paso de 7,5 minutos durante el día y de 15 minutos por la noche.  

Obra de plataforma

Los cerca de cuatro años de trabajos del consorcio CME-Letbane no han sido fáciles. En un comunicado difundido tras la entrega de la línea, Comsa subrayó las “muchas dificultades técnicas” que ha tenido el proyecto, ejecutado en un entorno predominantemente urbano, a veces en calles con falta de espacio, y con presencia de tráfico en varios tramos que ha habido que gestionar para minimizar las afecciones. También ha requerido mantener una coordinación diaria con los numerosos actores implicados en la obra (empresa titular, el Ayuntamiento de Odense, el operador ferroviario danés, los contratistas del proyecto y las empresas que ejecutaban obras urbanas coincidentes con las del tranvía). A ello se han sumado problemas con algún subcontratista, falta de suministros por el coronavirus, semanas de fuertes heladas y la presión de los plazos de entrega.

La parte inicial del paquete de sistemas de transporte ha sido la ejecución de la plataforma del tren ligero, realizada en la zona despejada durante la fase de obra civil. La plataforma tiene 8 m de ancho y 13 m en las estaciones, con la mayoría de tramos situados en la mediana de calzadas y el resto en calles del centro. Los trabajos han consistido en la excavación del terreno a una profundidad de 80 cm para construir la caja de la vía, el drenaje y las canalizaciones multitubulares (electricidad, fibra óptica…), todo ello recubierto de hormigón. Sobre esta base se han montado y ajustado con precisión milimétrica los carriles de una doble vía de 1,435 mm de ancho. En total, se han empleado 3.300 carriles, de 1 tonelada de peso y 18 m de longitud media cada uno. Han sido dispuesto sobre mantas antivibración para atenuar el ruido y las oscilaciones producidas por la circulación del tranvía, un efecto negativo denunciado por un centenar de vecinos que a la hora de la entrega no estaba totalmente resuelto. Todo este conjunto se ha ferrallado y hormigonado, dejando el carril inmóvil en una losa. El proceso de hormigonado final, ejecutado en distintas fases a lo largo del trazado, se ha prolongado entre diciembre de 2018 y abril de 2021.

Prácticamente 10 km de la plataforma tienen la apariencia de una alfombra verde que se extiende por las vías de la ciudad, producto del extendido entre los raíles de una capa de tierra y el sembrado de césped, lo que constituye la seña más visible de la integración sostenible del tren ligero en la trama urbana de Odense. En los restantes 4 km de trazado, correspondientes a las zonas céntricas y las estaciones, el hueco dejado por los carriles se ha pavimentado con hormigón o adoquines y baldosas.  

A ambos lados de la plataforma, el consorcio ha ejecutado a lo largo del trazado un total de 26 estaciones, diseñadas arquitectónicamente por la consultora española Idom. Se trata de estructuras plenamente accesibles situadas sobre andenes, formadas por una o varias cubiertas de acero galvanizado y paredes de cristal, que destacan por su sencillez, ligereza y funcionalidad. Disponen de mobiliario y pantallas de información al viajero.

Electrificación y señalización

   A medida que avanzaban los trabajos de plataforma, el consorcio CME-Letbanen ha ejecutado la electrificación, encargada a la empresa lusa, con experiencia en la construcción de los tranvías de Bergen y Dublín. Los trabajos han consistido en el izado de 660 postes de electrificación y el tendido de la línea aérea de contacto a lo largo de los 14,4 km de trazado, así como la construcción de ocho subestaciones de tracción que convierten la energía y alimentan la catenaria a 750 c CC. También ha procedido a la instalación del sistema de señalización, básico para regular la circulación del tranvía en las intersecciones donde confluye el tráfico, en las que se han dispuesto 56 semáforos diseñados para que el tren ligero tenga prioridad frente al automóvil. Asimismo, se han instalado los sistemas de comunicaciones con el centro de control (la tecnológica ilerdense Vunkers IT ha suministrado la infraestructura de red y la telefonía) y un circuito cerrado de televisión.

En Hjallese, al sur del trazado, Comsa ha construido desde abril de 2018 el centro de control y mantenimiento (CCM), edificio con diseño arquitectónico de Idom. Esta instalación de 8.500 m2 de superficie, con cuatro vías de estacionamiento a cielo abierto, desempeña tres funciones básicas para el sistema: el estacionamiento nocturno en el exterior y el mantenimiento de los 16 trenes en la gigantesca nave interior, el control de la operativa tranviaria y las oficinas administrativas de Odense Letbane. Destaca el componente tecnológico del centro de control, equipado con un sistema SCADA que controla los distintos subsistemas del tren ligero, además de sistemas automáticos de localización de vehículos (AVL) y de gestión de flotas, que permiten al operador la gobernación remota de todo el sistema.  

Fase de pruebas

Desde finales de 2020, en los tramos finalizados se han ido realizando pruebas con los 16 trenes para comprobar el funcionamiento de vehículos e infraestructura y su interacción, con objeto de identificar los problemas existentes para resolverlos. Estas pruebas, sin pasajeros, se han llevado a cabo durante 2021, y el primer recorrido del trazado completo se realizó el 21 de diciembre. Las pruebas se han ido intensificando en intensidad y frecuencia hasta el 20 de marzo de 2022, fecha de arranque del denominado System Operations Demonstration Test (SODT), un test de stress der dos semanas realizado por Comsa para probar todos los sistemas (trenes, semáforos, electrificación, comunicaciones…) y comprobar su correcto funcionamiento, como en una situación similar a la operación normal. El examen final, concluido con éxito, fue refrendado con el visto bueno de seguridad de las autoridades danesas.

Tras la entrega de la infraestructura a Odense Letbane, el operador se ha hecho cargo de la línea para realizar pruebas durante un mes con sus propios conductores y con los horarios y frecuencias propios del servicio comercial. La puesta en servicio definitiva se ha realizado el 28 de mayo.

Un modo verde para una ciudad que quiere ser más verde

El tren ligero de Odense es un nuevo sistema de transporte que encaja a la perfección con la estrategia de sostenibilidad ambiental implementada desde hace años en esta ciudad, donde el 25% de sus habitantes se desplaza en bicicleta. Dentro de sus políticas de relanzamiento de la ciudad, el Ayuntamiento de Odense ha impulsado este nuevo modo de transporte de tracción eléctrica con el objetivo de reducir los viajes en vehículo privado y sus contaminantes emisiones ambientales. Cada tren puede transportar a todos los ocupantes de 50 coches privados, de ahí que el objetivo municipal ahora sea convencer a los automovilistas para cambiar sus hábitos de transporte y utilizar este modo de transporte amigable con el entorno, que se espera contribuya a hacer de Odense una ciudad neutra en emisiones de CO2.

   El tren ligero se puede considerar como una infraestructura verde dentro de una ciudad que aspira a ser más verde. La plataforma es ejemplo de ello. Diez de los 14,5 km del trazado son una alfombra verde en plena ciudad en la que el césped ocupa los huecos de los carriles, dando una sensación de naturaleza de la que carecen las vías asfaltadas. A sus costados, además, se han construido nuevas ciclovías. Y como medida correctora, el proyecto ha aplicado el principio de dos árboles plantados por cada árbol arrancado, duplicando así el número de unidades existentes antes de las obras. Estos árboles son regados mediante un sistema que recoge el agua acumulada en las cubiertas de las estaciones.

   El proyecto también ha tenido muy en cuenta la eficiencia energética. El Centro de Mantenimiento y Control de Hjallese es energéticamente autosuficiente gracias a la instalación de 500 m2 de paneles solares en la cubierta y a los acristalamientos y lucernarios que favorecen la entrada de luz natural, y dispone de un aislamiento térmico eficiente que supondrá un ahorro en la factura energética.

El revival del tranvía, o LRT, en Europa

El tranvía, transporte urbano muy extendido en Europa del este y central en el primer tercio del siglo XX, desapareció de muchas ciudades hacia la mitad de ese siglo ante la pujanza del automóvil. En las últimas décadas, con el auge de la sostenibilidad urbana, los tranvías y trenes ligeros han florecido de nuevo frente al cada vez más denostado automóvil y hoy son cada vez más las redes tranviarias que pueblan las ciudades europeas. Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España (con más de una docena de tranvías o trenes ligeros en servicio y otros más en proyecto), así como los países nórdicos y del este, asisten en las primeras décadas de este siglo a un verdadero resurgimiento de este modo de transporte.

   Dinamarca es uno de los últimos países europeos en reintroducir el tranvía o el tren ligero en sus ciudades, 45 años después de la clausura del último en Copenhague, la capital del país. En Odense funcionó entre 1911 y 1952. En 2017 entró en servicio el primer tren ligero moderno de Dinamarca, el de Aarhus (segunda ciudad del país), y en 2022 se acaba de inaugurar el segundo en Odense (tercera ciudad del país). Copenhague ha puesto en marcha un proyecto para crear una línea de tren ligero para el área metropolitana, que debería entrar en servicio hacia 2025.