Primeras licitaciones del futuro sistema de transporte nacional, que integrará el gran aeropuerto del Este europeo y la nueva red de alta velocidad

 

 

Polonia quiere jugar un papel destacado en el futuro sistema de transporte europeo. Para ello está licitando las primeras actuaciones del futuro Puerto Central de Comunicaciones (CPK), nodo intermodal de transportes integrado por el nuevo aeropuerto principal del país, una nueva red de alta velocidad y más conexiones viales, que revolucionará el modo de viajar en el país y traspasará fronteras. El considerado como mayor proyecto de infraestructuras de transporte de Polonia, y quizá de Europa, comenzará a ser un a realidad a partir de 2027.  

El Puerto Central de Comunicaciones (Centralny Port Komunikacyjny, CPK), también denominado Hub de Transporte Solidaridad (STH, en inglés), es un futuro nodo intermodal de transportes proyectado por el Gobierno polaco en el centro geográfico del país, que está llamado a revolucionar la movilidad nacional y a ejercer como gran encrucijada de comunicaciones de Europa Central y del Este. El núcleo del nodo será el nuevo aeropuerto central de Polonia, que estará conectado con todas las regiones polacas y los países vecinos mediante vías de alta velocidad y de gran capacidad. Se trata de un proyecto de carácter estratégico para el país.

El origen de este proyecto, sin precedentes en Europa, es la búsqueda de alternativas, a partir de 2003, para sustituir al aeropuerto de Varsovia-Frederic Chopin, cercano al límite de su capacidad. En vez de optar por una complicada ampliación, el Gobierno polaco ha apostado por crear un nuevo aeropuerto con potencial para ser el primer hub (centro de distribución de vuelos) de Europa del Este. Se construirá en Baranów, comuna situada a 37 km de Varsovia, un lugar propuesto por primera vez en el estudio de viabilidad realizado por el consorcio español Ineco-Sener en 2006.

 

La aerolínea de bandera polaca LOT emplazará su base de operaciones en el futuro aeropuerto.  

El CPK presenta dos grandes diferencias respecto a los nodos que alcanzan la intermodalidad mediante el añadido sucesivo de nuevos modos de transporte a un núcleo existente: se construirá desde cero junto al corredor Varsovia-Lodz (las dos principales urbes polacas) y será plenamente intermodal desde el origen, integrando los principales modos (aéreo, ferroviario y viario) para facilitar el trasvase de pasajeros y mercancías. El objetivo final del proyecto es convertirlo en el gran nudo de comunicaciones aéreas y terrestres de Polonia y en el principal de la región con el resto de Europa y del mundo.

Los tres componentes del CPK

– Aeroportuario. La razón der ser del CPK es el aeropuerto central de Polonia, o aeropuerto Solidaridad, que sustituirá al de Varsovia-Frederic Chopin en la zona de Baranów. En una primera fase, en 2027, dispondrá de una terminal capaz de gestionar 45 millones de pasajeros/año, una terminal de carga y dos pistas de 4.000 metros con capacidad para 400.000 operaciones/año. En la segunda fase, prevista para 2034, se construirán dos nuevas pistas e instalaciones y se espera gestionar 100 millones de pasajeros/año. Son magnitudes inéditas en la región. La inversión prevista en el aeropuerto superará los 7.500 M€, según datos oficiales.

Render de una de las propuestas arquitectónicas realizadas por estudios británicos para el futuro aeropuerto.

Para que un aeropuerto como el que se construirá en Baranów alcance el estatus de hub debe concentrar un gran volumen de vuelos, tanto de pasajeros como de carga. Con ese fin, ha sido elegido como base de operaciones por la aerolínea de bandera polaca LOT (aspirante a ser la principal de la región), que deberá desarrollar conexiones con el mayor número de destinos posible, con objeto de atraer al aeropuerto el tráfico de transferencia de la región. De lograrlo, será el primero del área comprendida entre Escandinavia y Grecia, y podrá competir con hubs de tamaño medio como Múnich.  

   En el entorno del aeropuerto se construirá también una ciudad aeroportuaria, que incluirá instalaciones para ferias, congresos y conferencias, edificios de oficinas, hoteles, aparcamientos, viviendas y un centro logístico.

– Ferroviario. El CPK ejercerá también como núcleo o kilómetro cero de lo que será la nueva red de alta velocidad polaca, hasta ahora  formada por una única línea (Línea Central, que desde 2014 enlaza Varsovia con Gdansk y Gdynia al norte y con Katowice y Cracovia al sur mediante trenes Pendolino). Esta futura malla ferroviaria conectará el nuevo aeropuerto con todas las regiones del país a una velocidad comercial de 250 km/h, poniendo las principales ciudades polacas a menos de 2 horas del hub (Varsovia quedará a 15 minutos, Lódz a 25, Cracovia a 1 h 30 min, Poznan, Wroclaw y Gdansk a 2 horas). Gracias a la interoperabilidad de la red polaca con los otros corredores de la red comunitaria TEN-T, esta futura malla también prestará servicio a las rutas internacionales que cruzan la región de Europa Central y del Este. En el CPK, además, se integrará una estación de alta velocidad.

La nueva red de alta velocidad estará formada por 10 corredores que irradian del CPK más otros dos ejes periféricos, y se configurará mediante la construcción de cerca de 1.800 kilómetros de nuevos tramos (la primera prioridad es construir el corredor 9, de Varsovia a Wroclaw-frontera con República Checa y Poznan-frontera con Alemania vía CPK y Lódz) y la adecuación de otros 2.400 kilómetros de vías existentes. Algunos tramos podrán ser utilizados también para tráfico de mercancías. Esta futura red, a completar en el año 2034, pretende convertirse en la principal alternativa en Polonia a los viajes por carretera y los vuelos domésticos. Será la principal inversión del CPK y el mayor proyecto ferroviario que se realizará en Europa en los próximos años.

Mapa de corredores de la futura red. En trazo rojo, los tramos que construirá el CPK; en azul, los que construirá y modernizará el operador PKP.

La autopista A2, que enlaza Varsovia y Lódz, será ampliada con nuevos carriles. 

– Vial. Disponer de buenas conexiones por carretera también es primordial para el CPK. Para ello se han planificado inversiones con tres grandes actuaciones: una nueva autopista de circunvalación de Varsovia (S50, de tres carriles por sentido) que en su lado suroeste discurrirá por Baranów, la construcción de la autovía S10 para conectar la S50 con la autopista A1 hacia la costa báltica (ambos proyectos sumarán entre 360 y 412 kilómetros, dependiendo de la alternativa elegida de las cuatro que hay planteadas) y la ampliación de carriles de la autopista A2 entre Varsovia y Lódz. En total, cerca de 400 kilómetros de vías de gran capacidad que facilitarán el acceso por carretera desde todas las direcciones al futuro hub.

Las inversiones

La construcción del CPK, con sus tres componentes, requerirá una inversión superior a los 30.000 M€, según datos del ICEX. Dada la enorme complejidad del proyecto, su desarrollo se ha dividido en fases sucesivas, con el inicio de obras fijado en 2023 y la operatividad completa de todo el conjunto hacia el año 2034. La fase I –única conocida hasta ahora– abarca el periodo 2020-2023, según el programa plurianual aprobado por el Gobierno polaco en octubre de 2020, y tiene inversión prevista de casi 2.800 M€.

   Según datos oficiales, las inversiones en la fase I procederán de la emisión de bonos del Tesoro polaco, por lo que no serán cargadas al presupuesto estatal. El programa ferroviario, como parte de la estrategia del Pacto Verde de la UE, que fomenta el ferrocarril como modo sostenible frente a la carretera o la aviación, recibirá financiación comunitaria durante los dos próximos marcos financieros de la UE (2021-2027 y 2028-2034); a partir de la fase II, también se recurrirá al presupuesto del operador ferroviario nacional (PKP). El programa aeroportuario (incluida la airport city) será una inversión comercial, para lo cual ya existen conversaciones con diversos inversores privados interesados en participar en su desarrollo. Finalmente, la inversión en nuevas autopistas correrá a cargo de la Administración de Carreteras polaca (GDKKiA).

Tren Pendolino ED 250, en servicio en la línea de alta velocidad Varsovia-Cracovia. Tiene una velocidad comercial de 250 km/h.

Trabajo realizado y por realizar

El proyecto del CPK está aún en sus inicios, pero desde la creación, en diciembre de 2018, de la entidad estatal Puerto Central de Transporte, encargada de su desarrollo, ha habido importantes avances. En los dos últimos años se han sentado las bases del proyecto algunas tan determinantes como la elección de Baranów como lugar de emplazamiento del CPK y la aprobación del marco financiero de la fase I, del que deriva el cronograma de actuaciones hasta 2023. Estas actuaciones comprenden los trabajos de planificación y preparación para el inicio de las obras, y se desarrollan a buen ritmo, como refleja lo hecho en el pasado año.

En 2020 se eligió al aeropuerto de Seúl-Incheon (Corea del Sur) como asesor estratégico para aportar su know how al proyecto durante la fase I, con opción de convertirse en inversor en fases posteriores. Ese mismo año se licitó la redacción del Plan Maestro del aeropuerto –concurso al que optó la consultora española Idom–, que se resolverá en 2021, y se diseñaron los mapas de los nuevos corredores ferroviarios y viarios. A finales de 2020, además, arrancó la adquisición de terrenos. También se inició la licitación de estudios de los tramos de la red de alta velocidad –hasta ahora hay licitados 8, con 701 kilómetros, incluidos el propio nodo del CPK y un largo túnel urbano en Lodz–, proceso que se acelerará en 2021 y que se complementará con la licitación de los estudios de la nueva red viaria.

Hasta el inicio de obras en 2023 queda mucha tarea por delante para la entidad promotora, entre ellos el ordenamiento territorial del área del nodo, el informe de impacto ambiental, el proyecto del aeropuerto y de la ciudad aeroportuaria o la expropiación de terrenos necesarios para la construcción. Respecto a los componentes ferroviario y vial, los proyectos de construcción deben estar contratados a principios de 2023, año en el que se decidirá la ubicación exacta de la terminal y las pistas del futuro aeropuerto. Paralelamente, la entidad tendrá que avanzar en la definición del modelo financiero para las fases posteriores, así como de las inversiones necesarias para completar en el entorno de 2034 el que está considerado como el mayor proyecto de infraestructura de transporte de Polonia y posiblemente de Europa.