Ampliación de la línea 4-Amarilla del metro de Sao Paulo

 

Imágenes: Via Quatro, Metro Sao Paulo, Technodrones y Renato Lobo   

La ampliación de la red de metro de Sao Paulo está protagonizada por varias constructoras españolas, que actualmente ejecutan una línea completa (la 6-Naranja) y amplían otra (la 2-Verde). A ellas se suma la extensión hacia el suroeste de la línea 4-Amarilla en su fase II, obra ejecutada parcialmente entre 2012 y 2015, retomada en 2016 por un consorcio de Comsa Corporación y culminada con su inauguración final el 17 de diciembre. En su última etapa, la ampliación ha consistido en la construcción del nuevo complejo intermodal de Vila Sonia y de un túnel, actuaciones que han completado los 1,5 kilómetros finales de la línea más moderna de la red paulista. 

 

El proyecto

La línea 4-Amarilla es una de las seis líneas de metro convencional que prestan servicio en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil y de Latinoamérica (más de 12 millones de habitantes). Discurre de forma subterránea desde el centro hasta el oeste a lo largo de 12,8 kilómetros, con 11 estaciones y conexión a tres líneas de metro, con la previsión de mejorar la movilidad en la zona y atender a su finalización una demanda de 1,7 millones de pasajeros en días laborales. Al contrario que las otras líneas de la red de metro paulista, gestionadas por la compañía pública CMSP, la línea 4 es operada por un consorcio privado, ViaQuatro. Es, además, la línea tecnológicamente más moderna del país, dado que sus trenes tienen tecnología driverless (sin conductor) y es operada con el sistema de señalización y control más avanzado del mundo.

El Gobierno de Sao Paulo, impulsor de este proyecto, otorgó en noviembre de 2006 a ViaQuatro la concesión para la operación y mantenimiento de la línea durante 30 años, además del suministro y operación de los sistemas ferroviarios y de una flota de 29 trenes coreanos; y reservó para CMSP la obra civil: túneles, estaciones, vías, subestaciones eléctricas y patio de mantenimiento de trenes. El contrato, primero del país en régimen de asociación público-privada, estableció como método de pago a la concesionaria una tarifa de remuneración (una cantidad por pasajero transportado) y una contraprestación económica; la concesionaria, por su parte, se comprometió a invertir más de 2.000 M$ en la operación de la línea hasta el final de la concesión. Hasta la fecha ha desembolsado más de 450 M$.

La obra

La construcción de la línea se dividió en tres fases consecutivas. En la fase I, la obra civil de un túnel de más de 10 kilómetros de longitud, seis estaciones (Butanta, Pinheiros, Faria Lima, Paulista, República y Luz) y el patio de estacionamiento y mantenimiento de trenes de Vila Sonia. En la fase II, la ejecución de un túnel de cerca de 2 kilómetros y cinco estaciones (Higienópolis-McKenzie, Oscar Freire, Fradique Coutinho, Sao Paulo-Morumbí y Vila Sonia). Y en la fase III, la construcción de un tramo subterráneo de 2,7 kilómetros hasta Taboa da Serra y dos estaciones. Las dos primeras fases ya se han completado, mientras que la tercera permanece por ahora en la etapa de planificación.

El consorcio brasileño Linha Amarela, liderado por Odebrecht, completó la fase I entre 2006 y 2010, ejecutando el túnel principal –7,4 kilómetros mediante tuneladora y el resto según el método NATM–, las seis estaciones y el patio de mantenimiento de trenes de Vila Sonia. La obra se retrasó debido a un accidente con siete víctimas mortales ocurrido en la estación de Pinheiros en 2007. En octubre de 2011, la concesionaria puso en operación comercial el primer tramo de la línea (6,4 kilómetros) con las seis estaciones previstas entre Faria Lima y Luz.

La ejecución de la fase II fue encomendada en noviembre de 2012 a la constructora española Isolux Corsán (hoy desaparecida), con objeto de terminarla antes del Mundial de Fútbol de 2014, a celebrar en Brasil. El contrato rondaba los 240 M€. Desde el principio, el ritmo de ejecución no fue el programado y el plazo de entrega original se rebasó en el verano de 2014. Ante los sucesivos retrasos, de los que se acusaban mutuamente, la relación entre el consorcio y CMSP se fue tensionando cada vez y el contrato terminó por ser rescindido unilateralmente por la empresa pública en julio de 2015. En ese momento solo se había entregado una estación (Fadrique Coutinho).

Terminación de la obra

El nuevo concurso convocado por CMSP para la terminación de la fase II fue adjudicado en junio de 2016 al consorcio TC-Linha 4, formado por la ingeniería brasileña Tiisa y la española Comsa Corporación. Esta constructora con sede en Barcelona tiene una dilatada experiencia en la construcción de metros en España, Europa y Latinoamérica. ¿El objetivo? Construir un túnel de 1,5 kilómetros como prolongación del existente y tres pozos de salida de emergencia, finalizar las tres estaciones incompletas (Oscar Freire, Higienópolis-McKenzie y Sao Paulo-Morumbí), construir la nueva estación subterránea de Vila Sonia, ejecutar una terminal de autobuses contigua a la estación y completar el patio de estacionamiento de trenes de Vila Sonia. El contrato, por importe de cerca de 150 M€, estableció un plazo de 48 meses para terminar las obras.

Como tarea inicial, el consorcio TC-Linha 4 terminó las estaciones inacabadas, cuyos porcentajes de ejecución oscilaban desde el 60% (Higienópolis-McKenzie) y el 40% (Oscar Freira) hasta menos del 10% (Sao Paulo-Morumbi). El cuerpo central de estas estaciones era el túnel ejecutado por el consorcio brasileño, con una sección de 300 m2, altura de 18 m, diámetro de 13 m y longitud de 100 m. En el nivel inferior, a 25-30 metros de profundidad, el consorcio hispano-brasileño completó en estas estaciones una plataforma de vía doble con dos andenes laterales, así como la obra de las conexiones verticales (escaleras, escaleras mecánicas y ascensores) con el nivel superior, que ejerce como distribuidor de viajeros. Sobre éste se ha construido el vestíbulo, que da acceso a la calle. En el interior, el acabado de estas estaciones siguió el patrón de la línea 4, con superficies de hormigón visto e inserciones esmaltadas. En el exterior, contrastan los edificios en altura de las estaciones de Higienópolis-McKenzie y Oscar Freire con la presencia liviana acristalada de Sao-Paulo Morumbi. Estas tres estaciones, y sus respectivos túneles interestación, entraron en servicio a lo largo de 2018 a medida que se finalizaban, ampliando de forma progresiva la longitud del trazado de la línea. Ese mismo año se terminó también la obra de acondicionamiento del patio de trenes.

De forma paralela, TC-Linha 4 ejecutó la prolongación del túnel principal, que solo llegaba hasta el patio de trenes, con objeto de conectarlo con la estación de Vila Sonia y dar funcionalidad a la parte final de la línea 4. Esta actuación ha consistido en la ejecución de 1.591 metros de túnel, divididos en seis tramos: un tramo para conectar el túnel existente con la estación (241 m), dos tramos que conforman la estación (84 m), un tramo entre la estación y el pozo de emergencia de Edmundo Lins (432 m), otro tramo entre este pozo y el pozo final (337 m) y, finalmente, un tramo entre el pozo de Edmundo Lins y la estación (498 m), paralelo al cuarto. Este último, de menor sección y a una cota más elevada que los otros, permitirá el estacionamiento de los trenes y su acceso al túnel principal desde el patio de maniobras. Todos los túneles, ejecutados según el método NATM, tienen sección circular y albergan vía doble, excepto el último, cuya sección es ovoide y monta vía única. Una vez acabados se procedió al montaje de vía y a la electrificación. También se terminaron en plazo los tres nuevos pozos de emergencia previstos en el proyecto.

El complejo de Vila Sonia

Con el túnel principal terminado, el consorcio procedió a la construcción de la estructura de la estación de metro de Vila Sonia y de la contigua terminal de autobuses urbanos e interurbanos, que forman un conjunto intermodal novedoso en el sudoeste de la capital paulista. El conjunto ocupa un ángulo (la estación) y un costado (la terminal) del gigantesco área ocupada por el patio de Vila Sonia, que además de servir para el estacionamiento y mantenimiento de los trenes ejerce como centro neurálgico de la línea 4, ya que alberga el Centro Operativo de Control  (COC) de la misma. Este conjunto ha sido la principal actuación, y la más duradera, de toda la fase II.

Con 17.000 metros cuadrados de superficie construida y una profundidad máxima de 29 metros, la estación de Vila Sonia se distribuye en nueve niveles, seis de ellos subterráneos y tres en superficie, entre accesos, entreplanta, área de taquillas, áreas de salas técnicas y andenes. En el nivel más profundo se han dispuesto dos andenes laterales, de 138 metros de longitud cada uno, separados por un pilar central de hormigón ejecutado a partir del túnel de estación construido según el método NATM, resultando sendos túneles de tipo óculo en esta zona. Los andenes están equipados con puertas automáticas de plataforma para el embarque y desembarque de pasajeros, típicas de los metros automatizados. Los niveles superiores se han ejecutado a cielo abierto entre pantallas de hormigón. Todos los niveles están unidos por conexiones verticales (20 escaleras mecánicas, 12 escaleras fijas y cuatro ascensores) que aportan plena accesibilidad a los usuarios. En total, la obra de la estructura de la estación requirió la excavación de 82.000 metros cúbicos de suelo. Finalizada la obra civil, se instaló el equipamiento electromecánico y auxiliar que permite el funcionamiento de las instalaciones.

La estación dispone de dos accesos a ambos lados de la avenida Professor Francisco Morato: uno situado al otro lado de esta vía, enlazado con la estación mediante un túnel que conecta con el área de taquillas, y otro, el principal, ubicado al pie de la estación, con entrada por una estructura circular rematada por una torre. Este acceso conecta con la estación y con la contigua terminal de autobuses a través de una planta situada en el nivel de la zona de taquillas de la estación que dispone de aberturas laterales para favorecer su iluminación con luz solar. En el exterior, la estación presenta una imagen de modernidad, con un cuerpo cuadrado de tres alturas en un extremo y un cono invertido de vidrio en una isleta central que introduce luz natural en la estación, coronados por una losa trapezoidal en forma de flecha que se apoya sobre columnas de hormigón.

La terminal de autobuses, construida en un área de 22.000 metros cuadrados, es una estructura rectangular de más de 200 metros de longitud, de hormigón visto y cubierta metálica azul. Está formada por tres niveles: un nivel inferior con 10 vías para el estacionamiento de trenes y su conexión con el patio de Vila Sonia, un nivel intermedio para el flujo de viajeros y un nivel superior de 11.000 metros cuadrados donde se ubican las dársenas para el estacionamiento de los autobuses, todos ellos unidos por conexiones verticales. El acceso de los autobuses se realiza tanto en superficie, a través de un vial que discurre junto al cuerpo de la estación de metro, como de forma subterránea, a través de un túnel conectado a la cercana avenida que evita que los autobuses se detengan en los semáforos para cruzar la vía. El acceso peatonal se realiza desde sus dos extremos: en la parte más cercana a la estación de metro, a través de  la planta subterránea que las conecta, y en el extremo opuesto, mediante sendas pasarelas que comunican con las dos aceras de la avenida Eliseu de Almeida. Esta obra se concluyó antes que la de la estación de metro.

El consorcio Comsa Corporación-Tiisa concluyó la fase II a mediados de julio de 2021, prácticamente 60 meses después de su inicio, con una ampliación de plazo y el retraso obligado por la pandemia, y se la entregó a ViaQuatro. Paralelamente, otras empresas contratadas por el concesionario fueron desarrollando sobre la obra terminada el montaje de los sistemas ferroviarios, entre ellos la señalización del nuevo tramo y la estación. Finalmente, el concesionario realizó durante los últimos meses la fase de pruebas con trenes para comprobar el correcto funcionamiento de los sistemas y la aptitud del tramo ampliado para la operación comercial.

Tras varias fechas sucesivas de apertura fallidas, el gobernador de Sao Paulo inauguró el tramo final y el complejo intermodal de Vila Sonia el 17 de diciembre y al día siguiente se inicio la operación comercial del nuevo tramo, que ha añadido 1,5 nuevos kilómetros a la línea. Desde ese día, los trenes recorren los 12,8 kilómetros del trazado completo entre las terminales de Luz y Vila Sonia, con parada en las 11 estaciones. Se calcula que más de 90.000 personas pasarán a diario por la nueva estación terminal de la línea Amarilla.