Puente Industrial sobre el río Biobío en el Gran Concepción, el más largo de Chile, una obra de FCC Construcción
El 8 de septiembre ha arrancado la marcha blanca (utilización gratuita para acostumbrar y atraer a los usuarios) del proyecto Puente Industrial, autopista urbana de peaje que enlaza las dos riberas del Gran Concepción (Chile). La infraestructura estrella del proyecto es el nuevo puente sobre el río Biobío, cuarto sobre el cauce fluvial y el de mayor longitud del país, que según los estudios aumentará en un 33% la capacidad actual de cruce del río y contribuirá a reducir los elevados niveles de congestión en la ciudad. La nueva autopista concesionada ha sido construida por la empresa FCC Construcción.

La ciudad de Concepción (1,2 millones de habitantes), capital de la región del Biobío, forma junto a sus poblaciones aledañas la tercera área metropolitana de Chile, después de Santiago y Valparaíso, y uno de los principales polos industriales del país. El denominado Gran Concepción está dividido en varias comunas situadas en ambas márgenes del río Biobío, cuyos habitantes desarrollan sus comunicaciones entre ambas orillas a través de tres puentes vehiculares. La capacidad de estos puentes se ha visto superada por el crecimiento sostenido del parque de vehículos y el tráfico entre las comunas de Talcahuano, Hualpén, Concepción y San Pedro de la Paz, así como el que tiene su origen o destino en los puertos cercanos. Las retenciones en horas punta son desde hace años un grave problema en los puentes y en las vías y carreteras aledañas.

Con objeto de aliviar los endémicos problemas de congestión en el Gran Concepción, potenciar las rutas asociadas a las zonas productivas de la región del Biobío y mejorar la seguridad vial, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Chile promovió a principios de la pasada década la construcción de una nueva autopista para conectar mediante un puente sobre el río Biobío la avenida Costanera, en la comuna de Hualpén (orilla norte), con la Ruta 160, en la comuna de San Pedro de la Paz (orilla sur). El proyecto, largamente demandado por el Gran Concepción, cogió fuerza después de que un gran terremoto ocurrido en 2010 deteriorara los puentes Llacolén y Juan Pablo II.

En 2013, la construcción y operación de la autopista fue encomendada mediante un contrato de concesión a la empresa española OHL Concesiones, con la previsión de desarrollar el proyecto entre 2014 y 2018. Sin haber iniciado las obras, el proyecto se paralizó a finales de 2017 por la venta de OHL Concesiones al fondo australiano IMF Investors. Este fondo constituyó sobre la estructura de la antigua empresa de concesiones la nueva concesionaria Aleática, que heredó los proyectos de OHL Concesiones, ubicando su sede corporativa en Madrid. Tras la reactivación del proyecto de concesión, la sociedad concesionaria Puente Industrial S.A. (Aleática) encomendó a mediados de 2021 la construcción del proyecto a FCC Construcción, con un plazo de ejecución de 32 meses y un presupuesto que, al final, se ha elevado hasta 250 M$ (213 M€, al cambio actual). El MOP otorgó a Aleática la operación de la nueva autopista, que será de peaje, durante un periodo de 40 años.

El proyecto
El proyecto Puente Industrial comprende la construcción de una nueva autopista urbana de 6,5 kilómetros de longitud, que está delimitada por sendos enlaces en sus extremos (Hualpén y San Pedro de la Paz). Su elemento más emblemático es un puente que salva el cauce del río Biobío, uno de los más caudalosos del país, cerca de su desembocadura en el océano Pacífico. Con 2,5 kilómetros de longitud, es el puente más largo de Chile hasta la puesta en servicio del puente Chacao con la isla Chiloé, que tendrá 2,7 kilómetros.

Para su construcción, el proyecto se ha dividido en cuatro sectores.
El sector A comprende las obras en la comuna de Hualpén, que incluyen un nuevo tramo de autopista y un enlace desnivelado desarrollado en parte en estructura y en parte en terraplén. Incluye seis estructuras: dos viaductos – Costanera (150 metros y 28 metros de anchura) y Hualpén (350 metros y 20 metros de ancho)–, el atravieso Pasoganado, un paso superior sobre ENAP (150 metros de longitud), el puente Bocatoma y las pasarelas.

El sector B está formado por el puente sobre el río Biobío, que también cruza el estero Los Batros. Tiene una longitud de 2.520 metros, de ellos 2.094 corresponden a trazado recto y 427 metros en curva. El puente tiene una anchura de 25 metros, apta para albergar dos carriles de 3,5 metros de ancho por sentido y una ciclovía-vereda peatonal en la zona de poniente.

El sector C comprende el tramo de autopista que conecta desde el puente con la Ruta 160 mediante un enlace de tipo trompeta. En este sector existen varias estructuras: atraviesos, viaducto Los Batros sobre la vía del ferrocarril, ramales Oriente y Poniente del enlace y puente Los Batros. La sección de este tramo tiene dos carriles por sentido para vehículos particulares y dos carriles, uno por sentido, para transporte público.
El sector D se desarrolla en un área de 24 hectáreas y con siete en la rehabilitación del humedal Los Batros.

Construcción del puente
El puente sobre el Biobío distribuye su longitud total de 2.520 metros en 56 vanos, con una luz media de 45 metros, y está delimitado en sus extremos por estribos de tipo cerrado. Las 55 pilas del puente se apoyan sobre cimentación profunda, formada cada una de ellas por cuatro pilotes de hormigón armado de 2,5 metros de diámetro, hincados a una profundidad media de 30 metros. El tablero, con un ancho de 24,8 metros, está formado por siete vigas pretensadas de 45 metros de longitud, 2,5 metros de altura y 100 toneladas de peso, para un total de 356 vigas pretensadas (toda la obra ha requerido más de 500), además de prelosas prefabricadas en el espacio entre vigas. Sobre esta estructura se ha ejecutado una losa de hormigón armado de 20 centímetros de espesor, que sustenta el pavimento para el tráfico rodado. Las demás estructuras del proyecto han requerido vigas de dimensiones más reducidas y procesos logísticos y de montaje dispares.

La ejecución del puente principal, cuyos trabajos se iniciaron en la ribera norte, ha estado condicionada por numerosos factores. Para los trabajos de pilotaje hubo que habilitar temporalmente penínsulas artificiales en el río, que, a modo de plataforma de trabajo (45 metros de anchura y 2,5 metros de altura), permitieron la instalación de los pilotes y el izado de vigas en seco. Para ello se ha movido un volumen de material superior a 100.000 m2 extraído del cauce del río. Al término de la obra, las penínsulas se suprimieron, devolviendo al río el material removido y quedando de forma permanente solo la base de pilotes. Además, en los sectores A y C se realizaron trabajos de mejoramiento de suelos mediante compactación dinámica, que requirieron el empleo de técnicas y maquinaria especiales.

Además de los lugares de trabajo en ambas orillas, la empresa constructora habilitó una planta de fabricación de armaduras de pilotes –aplicando una solución innovadora para fabricar pilotes de acero de hasta 36 metros de longitud, en colaboración con la empresa española ERSI– y una planta de prefabricados para vigas, con objeto de reducir los plazos de la obra. La ubicación de esta última, a 20 kilómetros de la obra, lo que obligó a que el traslado de estas vigas se realizara por medio de camiones especiales en horario nocturno. En todos los trabajos se ha empleado maquinaria especializada, desde las pilotadoras para la ejecución de pilotes, con tecnología computerizada, hasta dos grúas móviles de gran capacidad, con una capacidad de levante conjunta de 70 toneladas, utilizadas en tándem para el izado y colocación de las vigas.

El diseño tanto del puente principal como del resto de estructuras del proyecto fue cambiado a instancias de la concesionaria para instalar aisladores sísmicos, cuyo montaje fue recomendado por un estudio de riesgo sísmico con espectro de sitio, muy poco común en Chile para este tipo de estructuras. Con ese fin, se han se han instalado láminas de goma en las pilas y en los estribos del puente. Asimismo, destaca la resiliencia de la estructura ante el cambio climático, para lo cual se adoptaron criterios hidráulicos y un modelo hidrodinámico bidimensional para evaluar el comportamiento del puente ante crecidas del río Biobío, considerando eventos extremos de hasta 100 años de retorno.

El Puente Industrial es la primera autopista urbana fuera de Santiago y el primer puente concesionado en la región que dispone de tecnología free flow mediante dispositivo TAG. Al ser una infraestructura de peaje, en el sector Hualpén se han instalado dos pórticos de peaje, uno por sentido, que permitirán el cobro a los usuarios sin detenerse mediante un sistema de pago electrónico. El cobro se iniciará en el próximo mes de noviembre, transcurridos tres meses desde el inicio de la marcha blanca.

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