TORRE DE CONTROL Y CENTRO DE GESTIÓN AERONÁUTICA DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE BOGOTÁ
Publicado en Revista del Ministerio de Fomento
Empresas españolas de ingeniería, construcción y tecnología han desarrollado la nueva torre de control y el Centro de Gestión Aeronáutica de Colombia (CGAC) del aeropuerto de El Dorado (Bogotá), el principal de Colombia. Esta infraestructura aeroportuaria, que es la más alta de Latinomérica, mejorará la operatividad del aeropuerto y modernizará su skyline.
Tras un periodo de rodaje, la nueva torre iniciará a principios de marzo una etapa de transición, trabajando en paralelo y asumiendo paulatinamente las funciones de la vieja torre (que será demolida), y será a partir de entonces cuando este aeropuerto saturado y con problemas de niebla comenzará a notar las ventajas de la nueva infraestructura. Como principal beneficio, la tecnología que incorpora la nueva torre aumentará la capacidad del aeropuerto en un 50%, al pasar de 58 a 90 operaciones por hora; también aportará mayor seguridad en operaciones con mal tiempo y en puntos críticos del recinto. En suma, más agilidad en aterrizajes y despegues y menos esperas, con ahorros en combustible y menor emisión de gases contaminantes. El CGAC, por su parte, tiene capacidad para monitorizar todo el tráfico aéreo de Colombia.

Proyecto
La nueva torre de control es una actuación impulsada por Aeronáutica Civil de Colombia para modernizar la gestión del tráfico aéreo del aeropuerto. En 2011 encargó el proyecto arquitectónico y de ingeniería al consorcio español formado por la empresa pública Ineco, del Grupo Fomento, y la consultoría GOP (encabezada por el arquitecto Douglas Fairbanks, autor de buena parte de las torres de control españolas en la última década), a desarrollar en un nuevo emplazamiento entre ambas pistas. Tras varios estudios, el consorcio proyectó una torre de 84 metros de altura (40 más que la antigua), lo que la convierte en la más alta de Latinoamérica. Desde esa altura y con un campo visual de 360º, los controladores divisan sin obstáculos todo el área de maniobras, las dos pistas (desde la vieja torre solo se divisaba una) y los puntos críticos del recinto, mejorando así las deficiencias de la antigua torre.

En la parte superior del fuste se diseñó una estructura circular, de 32 metros de diámetro máximo, que alberga el fanal (con forma de cono invertido, acoge cabinas en dos niveles: el centro de tráfico aéreo, con 16 posiciones de controlador, y la dirección de plataforma) y las plantas técnicas (soporte técnico y meteorología, equipos de navegación aérea, jefatura de la torre y área de descanso). El campo de antenas, a 89 metros de altura, corona la edificación. El fuste se comunica interiormente mediante dos ascensores y dos escaleras helicoidales, y existen plantas intermedias de evacuación. En la base, abrazado al fuste, se proyectó un bloque técnico en dos niveles


El consorcio Torre Muisca, formado por dos filiales de FCC Construcción, ha sido el encargado de la obra civil de la torre de control y el CGAC, llevada a cabo simultáneamente. Los trabajos, con un presupuesto estimado de obra de 50 M€, se han prolongado desde enero de 2013 hasta diciembre de 2015. El consorcio Unidos por la Torre, liderado por las consultoras de ingeniería españolas Cemosa y UG21, realizó las labores de supervisión e interventoría de todo el proyecto.
La principal singularidad de la obra ha sido la cimentación, ya que los suelos arcillosos de Bogotá configuran un terreno inestable. Por ello, se recurrió a una cimentación con pantallas impermeabilizantes para controlar el nivel freático y una novedosa solera de hormigón celular aligerado que soporta el trabajo de maquinaria pesada y es perforable. En esta solera se ejecutó cimentación profunda mediante pilotes (1.051 a 25 metros de profundidad en el CGAC y 210 a 43 metros en la torre) y, luego, una losa armada masiva de 2,5 metros de altura, con el hormigonado de 1.500 m3 de concreto realizado en 16 horas, un récord en Colombia. Sobre esta base se construyó el fuste mediante encofrado trepante, técnica poco habitual en Colombia, hasta alcanzar los 75 metros, y luego se instaló con grúas la estructura circular de las plantas técnicas.

Los trabajos de edificación del CGAC, de factura más tradicional, han incluido como novedad una estructura singular de forjado con elevada resistencia al fuego y que permite un fácil mantenimiento y renovación de equipos. La superficie construida alcanza los 9.500 m2.
En una obra complementaria, no incluida en el proyecto inicial, FCC Construcción comunicó la torre y el CGAC, dos proyectos independientes, mediante una galería subterránea de 70 metros de longitud y la ampliación del edificio de instalaciones, para la distribución conjunta de todas las conducciones que sirven a ambos edificios (energía, agua, comunicaciones, etc.), con lo que se ha logrado una gestión única de todo el proyecto.

El equipamiento tecnológico de la torre y el CGAC también ha sido obra española. La multinacional Indra se ha encargado de suministrar, instalar y poner en funcionamiento el sistema de control y gestión del tráfico aéreo, un conjunto de soluciones que sitúa a El Dorado a la vanguardia de los servicios de navegación aérea en Latinoamérica. Las especificaciones de los sistemas de comunicaciones, navegación, vigilancia y gestión del tráfico aéreo (CNS/ATM) fueron establecidas por Ineco tras analizar variables como la ubicación del aeropuerto (a 2.545 metros sobre el nivel del mar, con montañas cercanas) o la elevada demanda de operaciones.
El contrato de equipamiento ha incluido la implantación de sistemas de gestión del tráfico aéreo para el CGAC y la torre de control, con 56 posiciones de controlador; herramientas de ayuda a la gestión automática de despegues y aterrizajes; radar de superficie en la torre para monitorizar el movimiento de aeronaves en tierra; sistema automatizado de vigilancia y guiado de los movimientos de las aeronaves en superficie; sistema instrumental de aterrizaje ILS cat III para aterrizajes con visibilidad casi nula; y sistemas de comunicaciones de radio tierra-aire, entre otros.
Indra también está prestando asistencia en el periodo de rodaje de las soluciones implantadas. Estos equipos no solo mejorarán la eficiencia, la seguridad operacional y el impacto medioambiental de las operaciones en El Dorado; también permitirán coordinar y controlar todo el tráfico aéreo en Colombia, tanto civil como militar, lo que ayudará a tareas tan importantes como la lucha contra el narcotráfico, como destacó el presidente del país en la inauguración del centro.
La torre, en cifras
Altura máxima 89 metros
Altura fanal 84 metros
Altura fuste 75 metros
Acero laminado 1.300.000.000 kg
Hormigón 387 m3
Visibilidad 360º
Posiciones control 16
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